Por qué amamos lo que hacemos
En mi familia la creación de ropa se remonta a muchos años y generaciones.
Todo comenzó cuando mi madre decidió trabajar desde casa haciendo ropa para ayudar a mi padre con los gastos de formar una familia. Con tres hijas pequeñas las cosas eran difíciles. Como dice el dicho “La carga hace andar al burro”.
Mi madre empezó a hacer ropa hace treinta y cinco años. Al principio confeccionaba vestidos y uniformes con una sola máquina de coser. Tenía once años cuando empezó su taller de costura haciendo ropa interior, pijamas, sujetadores y ropa deportiva.
Ella contrató a un ayudante. Así nació Creaciones Tere. Con la ayuda de mi padre comenzaron a vender la ropa en diferentes pueblos -Cihuatlán y Puerto Vallarta. Vivíamos en Tomatlán, Jalisco en ese momento. Poco a poco el negocio fue creciendo. Luego contrató a cinco costureras.
Me encantó todo lo que hizo. Mi madre me enseñó a coser y me dejó usar las máquinas de coser para hacerme ropa. Cuando me gradué de la escuela secundaria me uní al equipo y aprendí a usar las máquinas industriales. Aprendí a hacer todo lo que hacía mi madre y sus costureras. Diseñé mis primeros bikinis. Mis hermanas crecieron y también aprendieron a coser. Sabía que podían aprender y que tenían potencial.
¡Les encantó e incluso comenzaron a diseñar su propia ropa!
Mi madre siempre nos enseñó que si queríamos algo teníamos que trabajar para conseguirlo y que siempre había una recompensa al trabajo duro. Todo iba bien. Hicimos un buen equipo, mis hermanas, ocho costureras y yo a cargo del taller y mi madre a cargo de las ventas. Tuvimos unos años muy prósperos hasta 2006 cuando el negocio empezó a decaer. En 2008 tuvimos que cerrar el negocio. Fue una decisión muy difícil para todos los involucrados. simplemente no podía mantener el negocio a flote.
Después de un año supe que tenía que hacer algo. Coser era el único negocio que conocía y me encantaba. Decidí empezar de nuevo. Mi mamá me dejaba usar las máquinas de coser. Ella dijo: “Hija, ahí están. Úselos si los necesita”. Ya no quería tener nada que ver con el taller.
En 2009 comencé a hacer trajes de baño para vender. A mis amigos les encantaron. Ellos fueron mis primeros clientes. Mis amigos y mi familia siempre han sido una influencia muy positiva en este negocio. Compraron mis trajes de baño y me presentaron a los organizadores de los mercados de agricultores. Y así empezó Ty Bikinis y Más. Con una mesita donde vendía trajes de baño. Luego agregué vestidos y blusas. Entonces le pedí a mi familia que se uniera a mi equipo. Gracias a Dios han sido once años llenos de bendiciones. Hemos aprendido mucho, poniendo el corazón en cada pieza que hacemos para poder ofrecer siempre a nuestros clientes prendas innovadoras y de gran calidad.
Me gustaría dar las gracias a todos los que alguna vez me han ayudado.
Gracias de parte de la familia Moreno Chavez.
Se puede encontrar en el mercado de Nuevo Vallarta los martes, Marina Vallarta los jueves por la noche, Rincón de Guayabitos los lunes, Olas Altas Farmers Market los sábados y La Cruz los domingos.
When I graduated from high school I joined the team and learned to use the industrial machines. I learned to do everything my mother and her seamstresses did. I designed my first bikinis. My sisters grew up and they also learned to sew. I knew they could learn and that they had potential.
They loved it and even started to design their own clothes!
My mother always taught us that if we wanted something we had to work for it and that there was always a reward to hard work. Everything was going well. We made a good team-my sisters, eight seamstresses and me in charge of the workshop and my mother in charge of sales. We had some very prosperous years until 2006 when the business began to decline. In 2008 we had to close the business. It was a very difficult decision for everyone involved. We simply couldn’t keep the business afloat.
After a year I knew I had to do something. Sewing was the only business I knew and I loved it. I decided to start again. My mom let me use the sewing machines. She said, “Daughter, there they are. Use them if you need them.” She didn’t want anything to do with the workshop anymore.
In 2009 I started to make swimsuits to sell. My friends loved them. They were my first clients. My friends and family have always been a very positive influence in this business. They bought my swimsuits and introduced me to the organizers of the farmer’s markets. And that is how Ty Bikinis y Mas began. With a small table where I sold swimsuits. Then I added dresses and blouses. Then I asked my family to join my team. Thank God it has been 11 years full of blessings.
We have learned a lot, putting our hearts into each piece we make in order to always offer our clients innovative, high quality clothes.
I’d like to say thank you to everyone who has ever helped me.
Thank you from the Moreno Chavez family.